Historia de la Santidad (5)

San Patricio (c. 389-c. 461), prelado cristiano, también llamado el Apóstol de Irlanda. Se desconoce el lugar exacto de su nacimiento, pero probable es que fuera al suroeste de Gran Bretaña aunque otras versiones indican el noreste y aún el sudsudeste. Su nombre británico fue Succat, lo que explica a las claras que decidiera cambiarse el nombre. A los 16 años fue raptado por merodeadores irlandeses y pasó su cautividad trabajando como vaquero en la montaña Slemish en el condado de Antrim, según la tradición, o en el de Connacht (Connaught), o quizá en alguna otra parte. De joven tuvo visiones que lo impulsaron a escapar y tras seis años de esclavitud logró alcanzar la costa norteña de Gaul (hoy Francia(1) ). Ordenado sacerdote, quizá por san Germano, en Auxerre, o tal vez por San Bartolo en Lyon, volvió a Irlanda donde en el 431 fue nombrado sucesor de san Paladio, primer obispo de allí. Es posible que visitara Roma y volviese con reliquias, aunque también es posible que no. Su empleo del trébol como ilustración simbólica de la trinidad pasó a convertirse en el emblema nacional irlandés. Se conserva un extraño canto suyo, llamado el Lorica, en el Libro de los himnos, y en el Museo Nacional de Dublín se guarda la campanilla que utilizó en la misa y una muda de ropa interior. Su festividad tradicional se celebra el 17 de marzo.

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1- 20 de Abril de 2005

Historia de la Santidad (4)

San Dionisio (?-258?), santo patrón de Francia (?) y primer obispo de París (¡!). Según el relato de san Gregorio de Tours en su Historiae francorum (Historia de los francos), Dionisio partió de Roma hacia el año 250 para predicar el Evangelio a los galos y, tras instalarse en una isla cerca de la actual ciudad de París, realizó numerosas conversiones (1). Su arresto fue ordenado por el gobernador romano de esta parte de la Galia (2), y Dionisio y dos compañeros, un sacerdote y un diácono, fueron torturados y decapitados. De acuerdo con la leyenda Dionisio se incorporó tras su ejecución y caminó cierta distancia llevando su cabeza en las manos. Esas fuentes dicen que se detuvo y cayó al piso por llevar la cabeza mirando hacia arriba. En medallones y cuadros se le representa por lo general en este momento, cosa decididamente razonable dado lo interesante de la situación. Según otros relatos, los cuerpos de los tres mártires fueron arrojados al Sena, de donde fueron recuperados por una mujer cristiana llamada Catulla, que les dio entierro. Más tarde se construyó una capilla sobre sus tumbas y en el año 626, en el mismo lugar, Dagoberto (luego rey de los francos) fundó la abadía de Saint-Denis. San Dionisio es identificado con frecuencia con Dionisio el Areopagita (3). Su festividad se celebra el 9 de octubre en la Iglesia católica y el 3 de octubre en la Iglesia ortodoxa.

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1- De ahí su apodo familiar de “el charlatán”.
2- Visto desde aquí, sería aquella parte.
3- Una asociación que Dionisio no estaría contento de aceptar, ya que a Dionisio el Areopagita se le atribuyen vicios bastante repudiables.

Historia de la Santidad (3)

Santos Patronos

En el arte cristiano se suele representar a los santos, así como a Cristo, envueltos en un halo (1) (también conocido como nimbo, aureola o gloria), un aro o aura radiante que rodea la cabeza o toda la figura, a veces acompañados de emblemas simbólicos que permiten identificarlos fácilmente. Algunos teólogos indican que estos atributos no son solo privativos de la iconografía sino que personas con características de santidad portaban estas marcas en vida, lo que los hacía motivo de burla y escarnio. A un mártir que fuera de especial interés en un determinado lugar, se le nombraba patrón, ya en época tan temprana como el siglo IV, especialmente al amanecer. Los oficios y las profesiones tenían sus patronos, y para la curación de cada enfermedad se invocaba a un determinado santo. Es así como encontramos a San Pandolfo, a quién se lo invoca para curar el mal de los rastrojos, o a San Agarolio, quien es infalible, según la tradición, con la diarrea.
Entre los patronos más conocidos se encuentran

San Andrés apóstol uno de los doce apóstoles, como su nombre lo indica, de Jesucristo y hermano de Simón (que más tarde sería el apóstol Pedro (2)). Era un pescador Galileo de Betsaida que fue discípulo de Juan el Bautista. En el Evangelio de Juan (Jn. 1,35-42), Andrés fue el primero de los discípulos de Jesús en recibir la vocación, aunque otros historiadores no citan esto y sólo dicen que fue el primero en recibir la masita. De igual modo que Santiago y Juan, pertenece al pequeño grupo que está más cerca de Jesús, aunque esto pueda deberse a su afán desmedido de salir en los cuadros. Una tradición antigua supone que evangelizó Escitia y la provincia romana de Grecia llamada Acaya. Un relato apócrifo del siglo III, los Hechos de San Andrés, refiere que murió en Patras (3), atado a un cruz con forma de equis. Ésta forma se llamaría más tarde la cruz de san Andrés, por razones que no están del todo claras. Es santo patrón de Escocia y de Rusia. Su festividad se conmemora el 30 de noviembre a las 3 de la tarde.

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1- Nimbo, aureola o gloria
2- Una simpática anécdota nos da cuenta de cómo y por qué Simón cambió su nombre.
3- Aunque no está claro si se trata de una ciudad o es que murió descalzo.

Historia de la Santidad (2)

San Esteban
Protomartir
Fiesta: 26 de diciembre
Patronos de: Talladores de Piedra

Esteban era de origen judío, lo que en aquel momento no tenía las implicancias actuales y que permitieron que fuera canonizado como el primer santo de la Iglesia. Su nombre significa: “coronado” (Esteb: corona – an:do) Dio honra a su nombre coronando su vida con el martirio, pero su nombre ya lo había predestinado a ello y no fue mucho lo que pudo hacer para evitarlo.
Se le llama “protomartir” porque tuvo el honor de ser el primer mártir que derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo. Se desconoce por completo su conversión al cristianismo, lo que no deja de ser sintomático, tratándose de un judío. La S . (1) Biblia se refiere a él por primera vez en los Hechos de los Apóstoles (2). Narra que en Jerusalén hubo una protesta de las viudas helenistas (3) (de origen griego). Las viudas decían que, en la distribución de la ayuda diaria, se les daba más preferencia a los que eran de Israel, que a los pobres del extranjero, aunque siendo el caso que se hallaban en Israel esto no hubiera debido llamar a disputas (4). Cuando esa comunidad creció, los apóstoles, para no dejar su labor de predicar, confiaron el servicio de los pobres a siete ministros de la caridad llamados diáconos (“trabajador diurno” aunque también significa “ayudante”, “servidor”, grado inmediatamente inferior al sacerdote y superior al domador de leones). Estos fueron elegidos por voto popular, por ser hombres de buena conducta, llenos del Espíritu Santo (5) y de reconocida prudencia. Los elegidos fueron Esteban, Nicanor y otros (6). Esteban además de ser administrador de los bienes comunes, no renunciaba a anunciar la buena noticia, fue de ese modo el primer periodista oficialista y exitista del que exista crónica. La palabra del Señor se difundió y el número de discípulos se multiplicó extraordinariamente en Jerusalén; también un gran número de sacerdotes se sometieron a la fe, aunque esto último pueda ser malinterpretado.
Esteban hablaba de Jesucristo con un espíritu tan sabio que ganaba los corazones y los enemigos de la fe no podían hacerle frente. Al ver los ancianos la influencia que ejercía sobre el pueblo, lo llevaron ante el Tribunal Supremo de la nación llamado Sanedrín (7) y, recurriendo a testigos falsos, lo acusaron de blasfemia contra Moisés y contra Dios, o al menos contra alguno de ellos. Estos afirmaron que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes, puesto que Jesús de Nazaret las había sustituido por otras. Todos los del tribunal, al observarlo, vieron que su rostro brillaba como el de un ángel y por esa razón lo dejaron hablar. Esteban pronunció entonces un poderoso discurso recordando la historia de Israel.
Al oírlo, sus corazones se consumieron de rabia y rechinaron sus dientes contra él. Pero él (Esteban), lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la diestra de él (de Dios); y dijo: «Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de Él (de Dios).» Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus oídos y se precipitaron todos a una sobre él (Esteban); le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle (a Esteban). Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Después dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.» Y diciendo esto, se durmió (8).
Los restos de Esteban fueron encontrados por el sacerdote Luciano en Gamala de Palestina, en diciembre del año 415, es decir, cientos de años más tarde, lo que no deja de despertar suspicacias, ya que los restos hallados fueron reclamados por museos antropológicos de Asia Menor. El hallazgo suscitó gran conmoción en el mundo cristiano. Las reliquias se distribuyeron por todo el mundo y en algunas iglesias de Antioquia se pueden observar hasta 4 dedos índices (derechos) lo cual contribuyó a propagar el culto de San Esteban, obrando Dios numerosos milagros por la intercesión del protomartir.
La fiesta de San Esteban siempre fue celebrada inmediatamente después de la Navidad para que, siendo el protomartir, fuese lo más cercano a la manifestación del Hijo de Dios. Siendo él (Esteban) el primer mártir y Santo de la Cristiandad, no faltaron quienes protestaran frente a tal decisión, aduciendo que si las 2 fiestas se realizaban tan cerca una de la otra los regalos se disminuían mutuamente. Antiguamente se celebraba una segunda fiesta de San Esteban el 3 de agosto, para conmemorar el descubrimiento de sus reliquias y para complacer las quejas ya citadas, pero por un Motu Propio de Juan XXIII, fechado el 25 de julio, de 1960, esta segunda fiesta fue suprimida del Calendario Romano, para disgusto de los comerciantes Galileos.

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1- Santa
2- Que se lo mencione por primera vez en el penúltimo libro de la Biblia no habla en contra de su carácter de Santo.
3- Algunas versiones indican “Helenitas” por tratarse de un grupo de amigas con éste nombre en común.
4- Rencillas, peleas.
5- Hasta qué punto alguien puede estar “lleno” del Espíritu Santo, siendo éste un ente etéreo, ha sido motivo de airados debates.
6- Se dice que los “otros” cinco, cuyo nombre no ha sobrevivido, organizaron inicialmente el martirio de Esteban por envidia, despecho y, por qué no, envidia.
7- Nótese que el Sanedrín nada tenía en común con la etimología que nos ocupa.
8- Esta imagen poética debe ser interpretada más prosaicamente, aunque no faltan los literalistas que dicen que simplemente se durmió porque tenía sueño.

Historia de la Santidad (1)

Orígenes

A pesar de los tan exhaustivos estudios etimológicos que han devanado los sesos de los más sesudos lingüistas en incontables sesiones, aún no está claro el verdadero origen de la palabra “santo”.
Algunos estudiosos nos refieren a su raíz latina “Sanctus” deteniéndose allí y sin ser capaces de explicar a su vez el nacimiento de esta palabra.
Otros, más consecuentes, indican que “Sanctus” proviene del griego “?þ???µß”, sin más aclaración sobre los fundamentos de esta teoría, afirmación que nosotros nos atrevemos a llamar al menos “peregrina”, haciendo honor a la característica de varios Santos famosos.
Lo cierto es que a pesar de las discrepancias y diferencias de opinión, o viceversa, encontramos la palabra mencionada ya en el antiguo testamento, cuando leemos “???????????????????” v.(1)
Su raíz hebrea no puede ser desatendida por meras razones racistas, por más verdaderas que estas razones puedan ser, ya que a pesar de su oscuro lugar en el mundo actual los hebreos fueron en algún momento dignos de cierta consideración (2)
Hacia el siglo IV d.C., se difundió con intensidad la práctica de venerar a los santos. Durante la edad media, sin embargo, dicha práctica estuvo rodeada de gran superstición. Incluso antes de la Reforma, los bogomilos (3) y los valdenses (4) se opusieron a la veneración de los santos; en la época de la Reforma, la práctica era en general rechazada como infundada según las escrituras (sagradas). El Concilio de Trento (1545-1563), presidido por el abate Trentini, afirmó que invocar a los santos es algo útil por los beneficios que se pueden obtener de Dios a través de su intercesión, como por ejemplo parcelas más grandes en el paraíso o con ubicación al Sur. La creencia y la práctica de la Iglesia ortodoxa es la misma en sustancia que la católica, pero abogan por terrenos arbolados en el paraíso y plantas frutales y/o piscina. Esta disputa (5) originó las Guerras Balcánicas, llamadas así por desarrollarse en las laderas del Vesubio (6)

Se han perdido casi todos los vestigios, salvo los nombres de muchos de los miembros del santoral. La lista más completa se encuentra en la tabla general del volumen 61 de la colosal Acta Sanctorum de los bolandistas, que menciona cerca de 20.000 santos. El catálogo que ostenta la autoridad eclesiástica más elevada es el Martyrologium Romanum. El martirologio menciona hasta 2.700 santos, entre los que se incluye a unos veinte del Antiguo Testamento, ordenados según su día de celebración (cumpleaños). La diferencia enorme entre ambas fuentes (7) se debe al recelo de la iglesia de Roma de nombrar Santos a personas cuyo nombre comienza con ß, Muchos eran honrados cada año con un día festivo especial; en cierta época, sus días festivos llenaban cerca de dos terceras partes del calendario litúrgico católico, aunque algunos santos habían terminado siendo poco más que un nombre, incluso a veces menos. En 1964, el Concilio Vaticano II concluyó que sólo los santos “de verdadero significado universal deberían extenderse a la Iglesia universal” y que los demás “deberían dejarse para ser celebrados por una Iglesia particular, nación o comunidad religiosa”. Allí se formaron sectas como la “Iglesia de los Santos de los últimos días” que sólo adora a los santos nombrados la semana anterior a cada misa. Asimismo, en 1969, el papa Pablo VI aprobó una reclasificación del calendario litúrgico para adecuarse a los deseos del concilio. Dado que los deseos del concilio eran bastante descabellados el papa aprobó las reformas con reservas. En el calendario revisado, que comenzó a ser efectivo el 1 de enero de 1970, sólo se mantenían 58 festividades de santos regulares, u obligatorias, así como 92 opcionales, además de las de Cristo, la Virgen María, san José, los apóstoles y san Carozo.

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1- “Y dijo Jahve: ‘…que Noé construya su arca, sanseacabó” (N. del E.)
2- Vease al respecto “La Alemania que nos espera” de J.Fichte, Berlin 1923
3- Tratamiento poyorativo dado en los albores del Cristianismo a los seguidores de Bogomil, llamado por sus detractors “Bogocien”.
4- Seguidores de Jacinto Valdes
5- Rencilla, pelea
6- Nótese que la grafía corresponde a la ausencia de diferencias entre la V y la B en los países ortodoxos.
7- 20.000 – 2.700 = aprox. 17.300

Esto es prueba ¿?

No estoy seguro que una prueba sólo sea una prueba. Muchas veces una prueba se convierte en algo permanente. O mejor dicho probar es de tal modo una constante que el proceso se hace rutina y al final con la excusa de que es todo una prueba, nunca hacemos nada definitivo.