Pobre tipo, fue a pedir trabajo y se encontró con la sorpresa de su vida.
Este tipo de cosas las debe hacer barba desde arriba tipo joda, o debe haber sido una apuesta entre santos medio borrachos.
Ayer a la madrugada, un hombre de 82 años que esperaba su turno para entrar al santuario porteño de San Cayetano en Liniers sufrió un paro cardíaco y, pese a haber sido trasladado hasta el Hospital Vélez Sarsfield, falleció poco después.
(de La Capital)